Búsqueda de sensaciones, ¿a qué hacemos referencia?

SENSACIONES

Introducción

En la toma de decisiones intervienen varios aspectos conductuales como la motivación, las emociones, la impulsividad y la búsqueda de sensaciones. Entendiendo la búsqueda de sensaciones como la necesidad de experimentar sensaciones y experiencias nuevas, variadas y complejas y el deseo de arriesgarse con el fin de obtenerlas [13]. Este autor nos informa de la importancia de incluir reactivos en el factor búsqueda de sensaciones; desinhibición, búsqueda de aventura y emoción, búsqueda de excitación y susceptibilidad al aburrimiento.

Estudios realizados sobre la búsqueda de sensaciones

El estudio realizado por Rochat et. al., (2010), informa que los pacientes con traumatismo craneoencefálico (TCE) presentan una puntuación más baja en los ítems de búsqueda de sensaciones. Este fenómeno puede estar relacionado con la falta de motivación y apatía, trastornos bastante comunes después de sufrir un TCE (Wood, 2001). En la misma línea de estudio, Sousa, McDonald y Rushby, (2012), concluyen que los pacientes con TCE presentan una menor capacidad de empatía emocional, una menor excitación ante elementos desagradables y una menor motivación que el grupo control sano.

Madrazo, Machuca, Barrosso, Domínguez y León-Carrión (1999)

Madrazo, Machuca, Barrosso, Domínguez y León-Carrión (1999) observan una disminución en el factor búsqueda de sensaciones en pacientes traumáticos, lo cual significa que disminuye el interés para buscar situaciones nuevas, con fuertes emociones y a la vez arriesgadas. Los pacientes con accidente vascular – cerebral (AVC) presentan también alteraciones conductuales cómo: agresividad, excitabilidad, desinhibición, poca tolerancia a las rutinas y alteración en el respecto de las normas sociales (Blasmeda, Barroso & León-Carrión, 2002). 

Bartolomé, Fernández y Ramos (2002), y Ríos, Benito-León, Tirapu y Paul (2008)

El estudio realizado por Bartolomé, Fernández y Ramos (2002), y Ríos, Benito-León, Tirapu y Paul (2008), nos informa que pacientes con contusión cerebral frontal, temporal y lesión axonal difusa pueden presentar una actitud pasiva y apática, indiferente ante las exigencias del entorno y sin programas o planes personales para el futuro.

Oddy, Coughlan, Tyerman y Jenkins (1985

Oddy, Coughlan, Tyerman y Jenkins (1985) observan problemas emocionales y comportamentales cómo: desinterés, impaciencia, comportamiento infantil y negación, 7 años después de sufrir un TCE. Desde el punto de vista descriptivo, los cambios más frecuentes después de un TCE son la apatía y la pérdida de interés por el entorno, embotamiento afectivo, la irritabilidad, los problemas de impulsividad, la desinhibición y la euforia, la labilidad emocional, la conducta egocéntrica e infantil, la suspicacia o la intolerancia a la frustración (Prigatano, 1991).

Trastornos emocionales y su relación con la búsqueda de sensaciones

Los trastornos de base emocional y los cambios en la personalidad son los componentes más evidentes de las secuelas de un TCE, y si la afectación compromete las áreas frontales, se observan modificaciones muy interesantes; los pacientes muestran un estrechamiento del interés e indiferencia emocional generalizada (Mendes, Pérez & Gil, 2014). La investigación realizada por Carod-Artal (2006) informa que pacientes tabla-ictus presentan labilitat emocional, síndrome de pérdida de auto activación psíquica, abulia y apatía, aprosódia afectiva y síndromes disejecutivos frontales.

Conclusiones

Según el estudio de Llanero-Luque, et. al. (2008) y Pedrero, et. al. (2009), la sintomatología frontal se relaciona con inatención, apatía, indiferencia ante los pensamientos y otros. Por ello, no es de extrañar que la mayoría de los pacientes con traumatismos frontales presenten estos síntomas, estrechamente relacionadas con la búsqueda de sensaciones. 

Referencias bibliográficas

  1. Bartolomé, M., Fernández, V., & Ramos, F. (2002). Rendimientos amnésicos en el traumatismo craneoencefálico leve. Rev Neurol, 35, 607-12.
  2. Carod-Artal, F.J. (2006). Depresión postictus (ii). Diagnóstico diferencial, complicaciones y tratamiento. Rev Neurol., 42, 238-44.
  3. Llanero-Luque, M., Ruiz-Sánchez de León, J.M., Pedrero-Pérez, E.J., Olivar-Arroyo, A., Bouso-Saiz, J.C., Rojo-Mota, G., … Puerta-García, C. (2008). Sintomatología disejecutiva en adictos a sustancias en tratamiento mediante la versión española del cuestionario disejecutivo (DEX-Sp). Rev Neurol, 47(9), 457-463.
  4. Madrazo, L.M., Machuca, M.F., Barrosso, J. M., Domínguez, M.D. & León-Carrión, J. (1999). Emotional changes after severe traumatic brain injury. Revista Española de Neurología, 1, 75-82.
  5. Mendes, A, Pérez, C. & Gil, H. (2014). Estados emocionales de ansiedad y depresión en los traumatismos craneoencefálicos en Huambo. Rev. Psicol. Trujillo (Perú), 16(2), 163-168.
  6. Oddy, M., Coughlan, T., Tyerman, A. & Jenkins, D. (1985). Social adjustment after closed head injury: a further follow-up seven years after injury. J Neurol. Neurosurg Psychiatry, 48(6), 564-8.
  7. Prigatano, G. (1991). Disturbances of self awareness of deficit after traumatic brain injury. In G. Prigatano i D. L. Schacter (Eds.) Awareness of deficit after brain injury (pp. 111-126). New York: Oxford University Press.
  8. Ríos, M., Benito-León, J., Tirapu, J., & Paul, N. (2008). Neuropsicología del daño cerebral adquirido. In J. Tirapu, M. Rios & F. Maestu (Eds.) Neuropsicología.
  9. Rochat, L., Beni, C., Billieux, J., Azouvi, P., Annoni, J. M. & Van der Linden, M. (2010). Assessment of impulsivity after moderate to severe traumatic brain injury. Neuropsychological Rehabilitation, 20(5), 778-797. doi:10.1080/09602011.2010.495245.
  10. Sousa, A., McDonald, S., & Rushby, J. (2012). Changes in emotional empathy, affective responsively, and behavior following severe traumatic brain injury. Journal of Clinical and Experimental Neuropsychology, 34(6), 606-623. doi:10.1080/13803395.2012.667067.
  11. Wood, R. L. (2001). Understanding neurobehavioural disability. In R. L.Wood & T.M. McMillan (Eds.) Neurobehavioural disability and social handicap following traumatic brain injury (pp. 1–28). Hove: Psychology Press Ltd.

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