¿Qué es el Daltonismo? ¿Cuántos tipos existen?

Introducción

La visión es uno de los sentidos más complejos debido a su constitución fisiológica. Este sistema permite percibir estímulos que pueden ser peligrosos o que pueden ser útiles para la supervivencia. En el caso de los insectos, sus ojos están divididos en diversos componentes y, debido a eso, se le denominan “ojos compuestos”; esta forma de ojos no resulta muy útil porque descompone la imagen en diversos fragmentos a modo de mosaico e impide una percepción nítida y clara del entorno. Otro caso de visión que resulta bastante interesante a nivel anecdótico es el del crustáceo conocido como camarón mantis, el cual posee un sistema visual que le permite identificar una gama cromática de su entorno muchísimo más amplia que, por ejemplo, el humano. En el caso de organismos vertebrados superiores, como reptiles, aves o mamíferos, existe una gran variedad de diferencias de unas especies a otras incluso dentro de la misma clase, existiendo en muchos casos un desarrollo superior de otros sentidos para suplir las carencias de la visión [3, 6]. 

¿Cómo es la configuración neuronal en la especie humana?

En el caso de la especie humana, la configuración neuronal que posee su sistema visual es susceptible de generar una serie de alteraciones de la visión, siendo el daltonismo una de ellas. Para poder entender bien cómo se producen los diferentes tipos de daltonismo en el ser humano, es menester primero saber cómo es el sistema visual de la especie humana. Lo primero de todo, hay que tener claro que el ojo es una estructura compleja dentro del organismo humano, tiene el tamaño aproximado de una canica grande y posee un color blanco con vasos sanguíneos rojos recubriéndolo. En la parte delantera posee una parte denominada iris que, gracias a unos músculos que se activan en función de la luz que reciben, ésta se dilata o se contrae para permitir pasar la luz a través de un agujero que el iris posee que se llama pupila.

Pupila

Una vez que la información atraviesa la pupila tiene que llegar hasta el cristalino (estructura en forma de cristal transparente que proyecta la imagen hacia la retina) atravesando la parte de humor acuoso, el cual se encuentra en la parte anterior interna del ojo y cuya presencia en el ojo está delimitada por el cristalino y los músculos que lo sostienen.

Humor vitreo

La parte posterior interna del ojo (desde la parte del cristalino hasta el final) está llena de humor vítreo y la imagen que atravesó el cristalino se proyecta en la retina; la retina es una estructura nerviosa que abarca el campo visual humano y que consta de dos tipos de células receptoras: Bastones, los cuales son células con forma de bastón en su parte receptora y que se encargan de la visión “gruesa”; se ubican en toda la retina salvo en la fóvea (la parte central) y no distinguen color.

Conos y bastones

Los conos son el otro tipo de células receptoras de la retina y, como su nombre indica, poseen forma de cono en su parte receptora; están encargados de la visión fina y precisa del entorno además de la visión en colores. A diferencia de los bastones, los conos pueden ser de tres tipos en función del rango de longitud de onda (la mayor o menos amplitud de la onda de luz, amplitud que sirve para diferenciar unos colores de otros) que puedan captar, y con ello cada tipo abarca el espectro cromático que abarca el ser humano, el cual va de violeta a rojo (si se recuerda la sucesión de colores del arco iris, se sabrán los colores que van entre violeta y rojo).

Estos dos tipos de receptores, contrariamente a lo que la intuición podría indicar, no se ubican enfrente al cristalino y allí se proyecta la imagen sino que están en la posición opuesta; de este modo, la luz rebota en la pared correspondiente a la parte de la retina y finalmente activa los conos y bastones. Una vez son activados, pasan por un sistema de relevo de células entre los que se encuentran los complejos parvocelulares, magnocelulares y koniocelulares, que llevan la información hacia el nervio óptico para que llegue al cerebro, no sin antes pasar por otras estructuras.

Nervio óptico

El nervio óptico llega hasta una parte del tálamo denominada núcleo geniculado lateral, el cual está dividido en seis capas (las capas 2, 3 y 5 envían la información por el mismo hemisferio en el que está ubicado el tálamo; el resto de capas envían la información al otro hemisferio). Una vez que sale la información de esa sección del tálamo, ésta llega a la corteza occipital para ser tratada primeramente en la corteza visual primaria y luego en otras áreas cerebrales, encargadas de abordar diferentes características del entorno en el que se mueve el sujeto [4, 5]. 

¿Qué es el daltonismo?

El daltonismo (o, mejor expresado, los diferentes tipos de daltonismo) es una alteración en la visión cromática del individuo, afectando a los conos de éste en comparación con el funcionamiento naturalmente adecuado del sistema visual de individuos sanos. Contrariamente a lo que el pensamiento popular concibe, no existe un único tipo de daltonismo sino que existen varios tipos de daltonismo.

  • Uno de ellos es la acromatopsia, en el cual el sujeto no tiene un funcionamiento correcto de los conos El color depende de los bastones, los cuales otorgan una visión en blanco y negro con escalas de grises
  • Otro tipo de daltonismo es el conocido como monocromático, en el cual solamente funciona adecuadamente un tipo de cono y toda la gama cromática queda reducida a ese cono.
  • El dicromático muestra una alteración en uno de los tres tipos de conos, y puede ser protanopia (fallan los receptores del color rojo), deuteranopia (fallan los receptores del color verde) y tritanopia (fallan los receptores del color azul).
  • El último tipo, conocido como tricromático anómalo, tiene como particularidad el hecho de que, aunque posee los tres tipos de conos, éstos perciben colores de forma alterada, percibiendo de forma similar a los dicromáticos pero de forma menos grave y presentando variaciones, siendo éstas la protanomalía (para el rojo), la deuteranomalía (para el verde) y la tritanomalía (para el azul) [1, 2].

Conclusiones

Aunque puede suponer problemas para la vida cotidiana del individuo, en muchas ocasiones las personas pueden tener una vida normal. A pesar de esto, para detectar una posible anomalía en el sistema visual, existe una prueba llama “Cartas de Ishihara” en las cuales se puede detectar con bastante precisión la presencia de alteraciones. En estas cartas se presentan números hechos con círculos de distintos colores a las cuales hay que responder qué numero se ve. Los círculos presentan colores involucrados en las células receptoras del sistema visual humano [1]. 

Referencias bibliográficas

  1. Alcalde-Alvites, M. A. (2015). Daltonismo y uso del computador en educación a distancia (color-blindness and the use of computers in distance education). HAMUT’AY, 2(1), 32-48.
  2. Coria Cancelo, G. (2015). La visión del color en los seres humanos.
  3. Marshall, N. J., Caldwell, R. L., & Shashar, N. (1994). Specialization of retinal function in the compound eyes of mantis shrimps. Vision research, 34(20), 2639-2656.
  4. Pupo Negreira, E. C., Labrada Rodríguez, Y. H., & Verdecia Jacobo, K. (2009). Rehabilitación visual en niños ambliopes. Revista Cubana de Oftalmología, 22(2), 34-42.
  5. Silva, M. F. L. D. (2011). Visual processing mechanisms within magno, konio and parvocellular systems: implications for basic and clinical sciences (Doctoral dissertation).
  6. Yokoyama, S., & Radlwimmer, F. B. (2001). The molecular genetics and evolution of red and green color vision in vertebrates. Genetics, 158(4), 1697-1710.

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