¿Qué es la Neuropsicología Infantil?

neuropsicología

Introducción

A lo largo de los años de evolución de la Neuropsicología se han ido especificando distintos campos de actuación. Una de las ramas que se fue consolidando a través de los hallazgos científicos fue la Neuropsicología Infantil o del Desarrollo. Esta disciplina surge en un contexto en el que la mayoría de las investigaciones estudiaban el sistema nervioso de personas adultas ayudando a comprender que el cerebro infantil tiene características propias que lo diferencian del cerebro adulto [1,2]. 

Orígenes

El desarrollo de la neuropsicología comenzó en el siglo XIX con los descubrimientos de Broca (1863) y Wernicke (1874) en relación a la localización de las áreas implicadas en el lenguaje, a través del estudio de las afasias, principalmente en adultos [1,2]. Paralelamente a Wernicke, se hicieron algunos estudios de caso único o con muestras pequeñas en Francia, Alemania e Inglaterra que fueron asentando las diferencias entre afasia infantil y del adulto, y entre las alteraciones del lenguaje dependientes o no de trastorno intelectual [2]. En 1986, Morgan definió la ceguera verbal congénita (dislexia). Esta descripción parte del estudio de un adolescente sin lesión cerebral y sin problemas en el resto de áreas escolares que no implicaban la lectura. Los estudios de los trastornos de la lectura se continuaron con las aportaciones de Hinshelwood a principios del siglo XX, el cual describió la dislexia congénita y propuso las áreas implicadas en la lectura. Hacia los años 30, Samuel Orton realizó estudios que señalaban alteraciones en la dominancia hemisférica en niños con dislexia [1,2].

Siglo XX

A mediados del siglo XX, los estudios neuropsicológicos se centran, además de en la lectura, en el resto de los problemas relacionados con el aprendizaje. Así, Samuel Kirk (1962) propone el término dificultades del aprendizaje para englobar a los niños que no alcanzaban los logros esperables para su edad, a pesar de preservar su nivel intelectual. Años más tarde, desde EEUU los esfuerzos se volcaron en concretar las dificultades del aprendizaje de Kirk y la disfunción cerebral mínima, denominada por Strauss, con la que estaban relacionadas [1,2]. Los años 70 dieron lugar a estudios sobre las diferencias entre el retraso intelectual causado por daño cerebral o el hereditario, parálisis cerebral infantil o asimetría funcional en relación a lesiones adquiridas, y se inició la creación de modelos neuropsicológicos de desarrollo, como el de Luria (1966) [2]. Hacia 1980 comienza la proliferación de publicaciones relacionadas con la neuropsicología infantil, dando lugar a libros/manuales que recogían la información derivada de años de investigaciones y a revistas como Developmental Neuropsychology (1985) y Child Neuropsychology (1995) para mantener la actualización en el campo [1,2].

Cerebro en desarrollo

La característica principal del cerebro infantil es que se encuentra en proceso de maduración. Hecho que obliga a tener en cuenta distintos aspectos a la hora de entender el impacto y recuperación de una patología cerebral. Por un lado, el cerebro infantil es vulnerable. Las consecuencias del daño cerebral están ligadas al momento del desarrollo en el que se produzcan, pudiendo llegar a alterar o interrumpir el proceso. Así, daños graves a edades tempranas pueden causar lesiones que impidan el desarrollo posterior de determinadas funciones [1,3]. Además, al ser un proceso dinámico, el daño o alteración cognitiva no siempre aparece justo después del momento de la lesión, sino que tiene un efecto tardío, detectándose en el momento en que es esperable que una habilidad se manifieste (p. ej. en la adquisición del lenguaje, de la lectura, etc.) [2,3]. Por otro lado, al no haber finalizado la interconexión cerebral los daños suelen ser menos localizados, más generalizados y difusos, sobre todo a nivel de procesamiento de la información. Sin embargo, el cerebro infantil se encuentra en expansión, y por este motivo, está potenciada su plasticidad neuronal, que tiende a ser un facilitador de la recuperación del daño mediante la creación de nuevas sinapsis y la reorganización cerebral [1,2,3]. 

Características de la Neuropsicología infantil

La Neuropsicología del Desarrollo al ser una rama de especialización de la neuropsicología sigue los principios básicos de esta disciplina, adaptándolos a la población infantil y sus características particulares. Así, su objeto de estudio es la relación entre el cerebro en desarrollo y la conducta/cognición [1,2].

Neuropsicología infantil y básica

Puede dividirse en neuropsicología infantil básica y clínica. Su subdivisión básica se centra específicamente en la investigación y descripción del neurodesarrollo y funcionamiento normalizados de las funciones mentales superiores. En cambio, la clínica surge de la necesidad de explicar y tratar las patologías infantiles causadas por daño o disfunción cerebral y sus efectos sobre los procesos cognitivos y el comportamiento [1,2]. De esta manera, la Neuropsicología Infantil basa su evaluación en pruebas neuropsicológicas infantiles y clínicas para crear el perfil neuropsicológico del niño. Pruebas que determinan el grado de deterioro y preservación de sus funciones cognitivas. A través del perfil individual se trazarán los objetivos de la intervención y la terapia más adecuada, diseñando la rehabilitación cognitiva dirigida a mejorar la calidad de vida [1,2,3]. Dada la importancia del diagnóstico neuropsicológico a la hora de detectar disfunciones menores que la neuroimagen puede pasar por alto, las líneas de investigación se encaminan a la creación y adaptación de pruebas neuropsicológicas infantiles. Además, se estudian los efectos de los psicofármacos sobre la cognición infantil y se trabaja en concretar perfiles de funcionamiento cognitivo de distintos trastornos y en el diseño de programas de rehabilitación. Asimismo, la investigación es utilizada para la prevención el daño cerebral, ya sea antes de que este se produzca porque se han determinado las causas o para tratar/paliar las alteraciones una vez detectado el daño [1].

Ámbitos de intervención

La Neuropsicología del Desarrollo interviene en un elevado número de alteraciones neurocognitivas que conllevan afectación de diversas áreas. Dichas afectacionesrequiere que lleve a cabo un trabajo interdisciplinar coordinado, junto a neuropediatras, psicólogos educativos, fisioterapeutas, etc. Algunos de los principales ámbitos infantiles de intervención son:

Referencias bibliográficas

  1. Portellano, JA (2007) Neuropsicología infantil. Madrid. Síntesis.
  2. Rosselli, M (2010) Neuropsicología del Desarrollo Infantil. México. Manual Moderno.
  3. Ruiz Sánchez de León, JM (2016). Manual de Neuropsicología Pediátrica. Madrid. ISEP Madrid.

6 comentarios de “¿Qué es la Neuropsicología Infantil?

  1. Laura dice:

    ¡Hola!

    Estoy en el último curso de la carrera de Psicología y plantándome qué hacer el año que viene. Desde siempre me ha atraído mucho el campo de las neurociencias, así como la psicología clínica infantil. A raíz de un libro, he descubierto esta área que, me parece, podría combinar características de ambas y me surgen muchas dudas que me sería de gran ayuda que me resolvieseis. ¿Puede combinarse desde la Neuropsicología infantil la investigación y la práctica clínica? ¿Cuál sería el itinerario a seguir para serlo? ¿Dónde puede trabajar un neuropsicólogo infantil? ¿Es lo mismo que neuropsicología pediátrica?

    Muchas gracias de antemano

    • Carla Andreia Carvalho Gómez dice:

      Buenas tardes Laura.

      Comencemos por partes. Claro que puedes combinar la investigación con la práctica clínica desde la Neuropsicología infantil, es más creo que es difícil entender la una sin la otra, pues como cualquier otra disciplina esta se nutre de los avances del campo. En la actualidad, el tema de la Neuropsicología es un tanto controvertido, pues hasta el momento esta forma parte del campo sanitario. Por lo tanto, para ejercerla es conveniente tener la acreditación sanitaria o PIR. Como Neuropsicóloga infantil podrías trabajar en consulta privada, gabinete propio y hospitales (privados y públicos, no obstante para este último caso necesitarias el PIR). Sí, es lo mismo neuropsiológía infantil y pediátrica las dos se centran en los niños desde incluso antes de su nacimiento.

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