¿Qué sabes de la coherencia cardíaca?

Introducción

Creemos que el único lugar del cuerpo humano donde se toman decisiones es en el cerebro. Sin embargo, sabemos que el corazón hace algo más que bombear sangre. Concretamente, en este órganos se alojan cerca de 40.000 neuronas que forman un sistema nervioso independiente capaz de tomar decisiones. Al contrario que el resto de órganos en los que la información pasa por alguna estructura cerebral, el corazón puede cambiar el ritmo, aumentar su volumen o la presión sin tomar contacto con el cerebro. La neurocardiologia se encarga de estudiar esta relación y el propio cerebro del corazón.[2] 

¿Qué es la coherencia cardíaca?

Como decíamos el corazón tiene su propio circuito neuronal interrelacionado con el cerebro. Un circuito que responde a patrones generados por el corazón durante estados emocionales positivos. En concreto, hay estudios que demuestran que las señales aferentes que el corazón envía al cerebro durante las emociones positivas pueden alterar la actividad cerebral. Cuando padecemos estrés nuestro cuerpo no está sincronizado debido a las emociones negativas. Este hecho provoca un desorden en el ritmo cardíaco y en el sistema nervioso que conduce a la inhibición del neocórtex.

Por el contrario, las emociones positivas crean armonía en el sistema nervioso y en el ritmo cardíaco acabando con los bloqueos cerebrales y provocan que el resto de sistemas del cuerpo se sincronicen. Esto es lo que llamamos coherencia cardíaca. Los científicos definirían la coherencia como un estado de alta eficiencia psicológica en el cual los sistemas nervioso, cardiovascular, endocrino e inmune están trabajando eficientemente y en armonía, propiciando claridad mental, el incremento de la capacidad para tomar mejores decisiones y enfrentarnos a situación estresantes.[1]

La influencia del corazón en nuestro funcionamiento cerebral

Los estudios que describen la respuesta del cerebro a patrones generados por el corazón durante estados emocionales positivos muestran que en estados de alta coherencia del ritmo cardíaco, los individuos demuestran mejoras significativas en el rendimiento cognitivo, los datos sugieren que a medida que las personas experimentan sentimientos positivos y sinceros, en los cuales los ritmos del corazón se vuelven más coherentes, el flujo de información del corazón al cerebro puede actuar para modificar la función cortical e influir en el rendimiento.[1]

Influencia de la actividad cardiovascular sobre el rendimiento cognitivo

En un estudio sobre la influencia de la actividad cardiovascular sobre el rendimiento cognitivo y la actividad cerebral alfa se observó que durante los estados de alta coherencia del ritmo cardíaco, la sincronización de las ondas alfa con la actividad del corazón aumenta significativamente. El ritmo cardíaco y los potenciales evocados de los sujetos se analizaron durante un período basal de 10 minutos. Posteriormente, se analizó nuevamente mientras practicaban un ejercicio de reorientación emocional, para inculcar un estado emocional positivo durante otros 10 minutos. Hubo un aumento significativo en la coherencia del ritmo cardíaco durante el período en que los sujetos usaron la técnica. Los datos de potenciales evocados del latido del corazón mostraron que en este estado de mayor coherencia del ritmo cardíaco, la sincronización de ondas alfa con el ciclo cardíaco aumentó significativamente.[1]

Otro estudio evaluó la relación entre la coherencia y el rendimiento cognitivo a través de los tiempos de reacción de los sujetos en una tarea de discriminación auditiva, encontrando una relación significativa. El aumento de la coherencia cardíaca se asoció con una disminución significativa de los tiempos de reacción, es decir, un mejor rendimiento. Los resultados de este estudio apoyaron la hipótesis de que los cambios en la actividad cerebral que se producen durante estados de mayor coherencia psicofisiológica conducen a cambios en las capacidades de procesamiento de información del cerebro.[1] Estos estudios no indican que el aumento de la coherencia puede mejorar el procesamiento de la información y el rendimiento cerebral durante la experiencia de emociones positivas. 

El campo electromagnético del corazón para contactar con los demás

Los impulsos que mueven el corazón son impulsos electromagnéticos, radiamos electricidad. El campo electromagnético del corazón es el más potente del cuerpo, su fuerza es 5.000 veces mayor que el campo generado por el cerebro y puede medirse varios pies más allá del propio cuerpo en todas las direcciones. La calidad de la energía electromagnética del campo varía en función de los que estemos sintiendo emocionalmente; las señales que emitirá serán caóticas si estamos sintiendo rabia o enfado, sin embargo el campo será totalmente distinto si nos envuelve la compasión o la gratitud. [1,2]

¿Tiene campo electromagnético capacidad de afectar a los que nos rodean?

Impulsados por el hallazgo de que el campo cardíaco está modulado por diferentes emociones se han realizado varios estudios. Investigaciones que tienen como objetivo esclarecer la posibilidad de que el campo electromagnético generado por el corazón tenga la capacidad de afectar a los que nos rodean. Concretamente, a través de éstas se exploran las interacciones que tienen lugar, por ejemplo, entre el corazón de una persona y el cerebro de otra cuando se tocan o están en la proximidad. Los datos indican que la señal cardíaca de una persona puede afectar las ondas cerebrales de otra. Además, hay evidencias de que la sincronización corazón-cerebro puede ocurrir entre dos personas cuando interactúan, a medida que los individuos aumentan la coherencia psicofisiológica, volviéndose más sensibles a las señales electromagnéticas comunicadas por quienes les rodean.[1]

Una investigación diseñada para determinar si la comunicación cardio-electromagnética entre individuos se ve afectada por el grado de coherencia cardíaca de los sujetos examinó los efectos de interacción corazón-cerebro en pares de sujetos que no estaban en contacto físico, separados por la distancia habitual de conversación . Se halló que la sincronización puede ocurrir entre las ondas cerebrales alfa de una persona y la señal cardiaca de la otra. Las ondas cerebrales del sujeto sincronizadas con la señal cardíaca del otro sujeto estaban determinadas por su grado de coherencia en los ritmos cardíacos. Los sujetos que demostraron una alta coherencia del ritmo cardiaco tenían más probabilidades de mostrar una sincronización de onda alfa con el electrocardiograma de la otra persona [1]. Los resultados invitan a seguir indagando sobre la relación entre las emociones, la fisiología y las interacciones humanas. 

Conclusiones

En definitiva, la coherencia es la base del rendimiento y de la salud óptima en el ser humano. Los estados emocionales de amor y equilibrio hacen que las ondas de tu corazón sean perfectas, potencian tu campo magnético y el mensaje que emite es más claro y potente. Además, también te permiten influir en los ritmos cerebrales de las personas que te rodean, permitiendo que tu cerebro funcione de manera más adecuada.

Referencias bibliográficas

  1.  McCraty, R., Atkinson, M. y Tomasino, D.(2001). Science of the heart. Exploring the role of the heart in human perfomance. Boulder Creek, California. EEUU. HeartMath.
  2. Sarabia C.M. (2013, Diciembre 16). Módulo 7 2 [Archivo de video] Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=EvuXtcs8dRs

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