Perfil Neuropsicológico en el Síndrome de Asperger

¿Qué es Síndrome de Asperger?

El Síndrome de Asperger (SA) es un trastorno del neurodesarrollo, está enmarcado dentro de los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD), y a su vez dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA) [1]. Se caracterizada por, la llamada “tríada de Wing”, que incluye alteraciones que afectan principalmente a la esfera comunicativa, social y ejecutiva, aunque se han observado déficits en otras áreas cognitivas. 

Inteligencia

Las personas con SA se caracterizan, normalmente, por tener una capacidad intelectual dentro de la normalidad, incluso hay veces que presentan habilidades superiores a la media [5,10]. Como patrón general, se observa un coeficiente intelectual superior en el componente verbal con respecto al componente manipulativo [5,10].

Habilidades sociales y emocionales

Presentan escasas habilidades sociales, ya que tienen dificultades en comprender las relaciones sociales y sus señales o dinámicas, con lo cual estas personas suelen dar respuestas, tanto sociales como emocionales, inadecuadas a la situación social que se está dando [2,5,10]. A menudo, se centran en los detalles pequeños o superficiales y no en el contexto global de la situación social, cosa que dificulta sus relaciones con iguales [5].

Déficit Teoría de la Mente en el Síndrome de Asperger

Debido al déficit en la Teoría de la Mente que se ha atribuido a las personas con SA, se han observado dificultades para comprender y atribuir estados mentales, como deseos, creencias o intenciones, a un mismo y a los demás. Así como dificultades en predecir el comportamiento de las otras personas [5] En relación al aspecto emocional, las personas con SA tienen dificultades importantes en el reconocimiento de las emociones, sobre todo, las complejas. Un estudio observó que una de las emociones que les resulta más difícil reconocer, es la de asco [3]. En varios estudios se ha observado que estas personas tienen más dificultades en el reconocimiento de las expresiones de la parte superior de la cara, es decir, de los ojos, cosa que dificulta la identificación de las distintas emociones, ya que esta parte de la cara es la que proporciona más información sobre las emociones [4,7].

Atención

En varios estudios se ha constatado déficits atencionales en las personas con SA, concretamente en atención selectiva y atención sostenida [2,5,6,10]. Aunque son capaces de mantener la atención y concentración en las actividades y tareas que son de su interés [5]. Muestran una elevada distractibilidad y una pobre resistencia a la interferencia [10]. Además también se han constatado déficits en velocidad de procesamiento de la información y en la capacidad de cambiar la atención hacia estímulos específicos a una atención hacia un contexto más global [2,10]. Todas estas dificultades observadas se suelen dar de forma más intensa en el componente visual de la atención [6,10] y pueden deberse a distracciones causadas tanto por estímulos internos como externos, y a una dificultad para diferenciar la información relevante de la irrelevante [10]. 

Memoria

Se ha observado que las personas con SA presentan déficits en memoria tanto verbal como visual [2,6]. En algunos estudios se han constatado déficits en la memoria episódica ya que se ha observado la existencia de dificultades en el recuerdo de la información, sobretodo autobiográfica [2,10]. Además, los déficits en el componente ejecutivo de la memoria, es decir en la memoria de trabajo son notorios, ya que, aunque la capacidad de retención de información es buena, tienen muchas dificultades en organizar y en evocar esa información, sobre todo si las demandas de procesamiento de la información incrementan debido a un cambio de tarea o de material utilizado [2,10,11]

Lenguaje y habilidades comunicativas

Las alteraciones en el lenguaje en el SA se dan en los aspectos pragmáticos, ya que los aspectos más formales del lenguaje están preservados. Estas personas presentan: dificultades en respetar el turno de palabra en las conversaciones; tienen tendencia a hablar siempre de su tema de interés;

  • Incapacidad para expresar diferentes actos en el habla, como afirmar, pedir, etc.
  • Dificultades para adaptar el lenguaje en función del contexto social existente;
  • Alteraciones en la prosodia, como en el uso de entonaciones, el volumen de la voz, el control en la velocidad del habla, las expresiones faciales (como por ejemplo; pobre contacto visual durante la conversación, o bien todo lo contrario, una mirada fija que puede resultar incomodo para el otro interlocutor) y los gestos [2,5,10].

¿Cómo es el lenguaje?

El lenguaje que utilizan es un lenguaje demasiado formal, a veces puede resultar incluso pedante, tienen tendencia a la hiperverbalidad y al uso excesivo de detalles cuando se trata de su tema de interés [2,5] También se pueden observar déficits en la comprensión del lenguaje, sobretodo el complejo y abstracto.

En algunos estudios se constata que la comprensión del lenguaje tiende hacia lo concreto, presentan dificultades en la comprensión de los actos indirectos del habla como son las metáforas, las bromas y los sarcasmos, ya que hacen una interpretación literal [2,5,6,8]. Además, les resulta bastante complicado entender y aprender los términos de temporalidad (como: hoy, mañana, dentro de dos días…) y espacialidad temporal (como: primero, antes, después…) [2,6,8] En el ámbito no verbal de lenguaje también se han observado déficits, ya que las personas con SA presentan dificultades en el uso y la comprensión de las normas o pautas no verbales presentes en toda comunicación [8]

Habilidades motoras

Se ha observado que las personas con el SA tienen cierta torpeza motora [5,10], pobres habilidades en motricidad gruesa y motricidad fina [6,10]. Además presenta déficits en la coordinación motora y también en la coordinación e integración visomotora [6,10].

Funciones ejecutivas

En diferentes estudios se ha observado la existencia de déficit en las funciones ejecutivas en personas con SA, concretamente presentan dificultades en la memoria de trabajo, la capacidad de planificación, la resolución de problemas, la capacidad de inhibición de respuestas, el control de las interferencias, el razonamiento abstracto y en la flexibilidad cognitiva [2, 6, 10,12].

Planificación y organización

En relación a los déficits de planificación y resolución de problemas, se ha constatado que estas personas tienen dificultades en iniciar, organizar y secuenciar los pasos necesarios para realizar una tarea o bien para resolver un problemas [2,5,6]. Además estos déficits en organización son más notorios en la organización personal [10]. También se ha encontrado que a la hora de resolver problemas estas personas presentan dificultades para contemplar y analizar varias alternativas posibles [2], ya que perseveran en sus respuestas. Las personas con SA presentan dificultades en la realización del Test Stroop, esto se debe a que presentan déficits en la inhibición de respuestas automáticas, así como en el control de las interferencias [6].

Capacidad de razonamiento

La capacidad de razonamiento abstracto también se encuentra disminuida en el SA, las persona con este síndrome tienen dificultades en comprender las ideas que se basan en propiedades no observables, ya que tiene un pensamiento muy concreto y literal [6].

Flexibilidad cognitiva

Una de las características principales en el perfil neuropsicológico de las personas con SA es la marcada alteración en flexibilidad cognitiva. En diferentes estudios se ha observado que estas personas presentan muchas dificultades en adoptar diferentes actitudes o respuestas delante de una misma situación, ya que tienden a imponer sus intereses o sus pensamientos a otras personas sin observar si es adecuado o no en ese momento, lo que nos lleva a uno de los síntomas identificativos del SA, la aparición de intereses o temas restringidos [2,6]. Una de las pruebas más utilizadas para evaluar esta capacidad es el Test de Clasificación de Cartas de Wisconsin. En esta prueba se ha observado que las personas con SA comenten un mayor numero de errores de perseveración, lo cual se relación con esa rigidez mental característica en este síndrome [9] 

Referencias bibliográficas

  1. American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and statistical manual of mental disorders (5th ed.). Washington, DC: Author.
  2. Artigas, J. (2000). Aspectos neurocognitivos del síndrome de Asperger. Revista de neurología clínica, 1, p. 34-44.
  3. Baez, S., Rattazzi, A., Gonzalez-Gadea, M., Torralva, T., Silvana, N., Decety, J., Manes, F. e Ibañez, A. (2012). Integrating intención and context: asssesing social cognition in adults with Asperger syndrome. Frontiers in Human Neoroscience, 6.
  4. Corden, B., Chilvers, R. y Skuse, D. (2008). Avoidance of emotionally arousing stimuli predicts social-perceptual impairment in Asperger´s syndrome. Neuropsychologia, 46, 137- 147.
  5. Etchepareborda, M. C. (2001). Perfiles neurocognitivos del espectro autista. Revista de neurología clínica, 2, p. 175-192.
  6. Gavilán, B., Fournier-Del Castillo, C. y Bernabeu-Verdú, J. (2007). Diferencias entre los perfiles neuropsicológicos del síndrome de Asperger y del síndrome de dificultades de aprendizaje no verbal. Revista de Neurología, 45(12), 713-719
  7. Kuusikko, S., Haapsamo, H., Jansson-Verkasalo, E., Hurting, T., Mattila, M., Ebeling, H., Jussila, K., Bölte, S. y Moilanen, I. (2009). Emotion Recognition in Children and Adolescents with Autism Spectrum Disorders. Journal of Autism and Developmental Disorders, 39, 938- 945.
  8. Martín-Borreguero, P. (2005). Perfil lingüístico del individuo con síndrome de Asperger: implicaciones para la investigación y la práctica clínica. Revista de neurología, 41(1), 115- 122.
  9. Martos-Pérez, J. y Paula-Pérez, I. (2011). Una aproximación a las funciones ejecutivas en el trastorno del espectro autista. Revista de neurología, 52(1), 147-153.
  10. Pérez-Rivero, P.F. y Martínez-Garrido, L.M. (2014). Perfiles cognitivos en el trastorno autista de alto funcionamiento y el síndrome de Asperger. Revista CES psicología, 7 (1), p. 141-155.
  11. Tirapu-Ustárroz, J. y Muñoz-Céspedes, J.M. (2005). Memoria y funciones ejecutivas. Revista de Neurología, 41(8), 475-484
  12. Verté, S., Geurts, H.M., Roeyers, H., Oosterlaan, J y Sergeant, A. (2006). Executive functioning in children with an Autism Spectrum Disorder: Can We Differentiate Within the 39 Spectrum?. Journal of Autism and Developmental Disorders, 36(3), 351-372.

3 comentarios de “Perfil Neuropsicológico en el Síndrome de Asperger

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  3. Gicela recuero dice:

    Interesante, se sigue investigando ; las clasificacion en personas es delicada por que todas no aceptan la etiqueta por lo genetal es el caso de los padres.

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