¿Qué son las sinestesias?

¿Qué son las sinestesias?

Introducción

Para poder relacionarse con el entorno, los seres humanos disponen de una serie de receptores y mecanismos para poder integrar lo que el individuo percibe y poder, de ese modo, elaborar una respuesta satisfactoria. Los órganos sensoriales se encargan de dicha tarea. Los cinco sentidos conocidos por todo el mundo son:

  • El olfato, cuyas estructuras esenciales son la nariz y los bulbos olfatorios, vías de envío de la información captada de los olores del hacia el cerebro.
  • La vista, que consta de un par de órganos complejos conocidos como ojos y que poseen estructuras tales como cristalino y la retina para permitir la captación del entorno del sujeto.
  • El oído, dividido en tres grandes secciones (oído externo, oído medio y oído interno) captan los sonidos de determinadas frecuencias del entorno.
  • El tacto, cuyos receptores están en gran parte de nuestro organismo (sobre todo en la piel) y permiten captar la información de aquello que toca el cuerpo del individuo.
  • El gusto, que permite apreciar los sabores a través de los distintos receptores que posee la lengua.

Además de estos cinco sentidos “clásicos”, existen otros tales como la barorrecepción o la termorrecepción pero no son tan conocidos como los cinco anteriores Tras la captación del estímulo por medio de los sentidos, la corteza somatosensorial se encarga de darle una interpretación a la información que les ha llegado [5]. 

Concepto de sinestesia

Las sinestesias hacen referencia a una facultad que poseen ciertas personas de percibir de forma adicional, a través de un sentido diferente, un estímulo específico. Se entiende como “escuchar colores” o “ver música”, por ejemplo. Esta facultad, que puede resultar extremadamente extraña tanto para la persona que la padece porque no le encuentra lógica como por parte de la gente que no logra comprender que un estímulo específico genere una percepción en otro sentido completamente diferente. En concreto, junto con las pareidolias, las sinestesias son las alteraciones de la percepción más conocidas en los ámbitos de neurociencia y de las que más investigación e interés genera [2,4,8]. 

Sustratos neurales

A la hora de hablar de sinestesias, es inevitable mencionar los sustratos neurales relacionados con la percepción de estímulos y el procesamiento de la información que éstos nos dan. Concretamente, para abordar este tema con mayor rigor y precisión, se hará referencia a los órganos de los sentidos pertinentes y a las regiones corticales encargadas de analizar la información.

Los sentidos más conocidos (vista, tacto, olfato, gusto y oído) serán los que tendrán el desarrollo esencial para la explicación de las sinestesias; otros sentidos como la nociocepción, barorrecepeción, termocepción y quimiorrecepción no serán desarrollados para analizar las sinestesias más conocidas.

Vista

Como se mencionó más arriba, la vista consta de dos estructuras receptoras conocidas como ojos; la luz que desprenden los objetos llega hasta los ojos, los atraviesan, pasan por una estructura que se conoce como cristalino y de ahí se proyecta (de forma invertida) en unos receptores con forma de conos y bastones que conforman la retina. Desde la retina la información viaja a través del nervio óptico, pasa por el núcleo geniculado lateral del tálamo y de ahí radia, tanto de forma ipsilateral como contralateral, a la corteza occipital. De ahí la información visual, en función de sus características, viajará por vías dorsales y ventrales (parietal y temporal).

Tacto

En la piel existen diversos tipos de receptores que captan la información en función del tipo de información táctil que estimule la región concreta (vibración, calor, dolor…). De ahí circulan hacia la corteza somatosensorial primaria ubicada en la región parietal a través de las vías nerviosas correspondientes.

Olfato

A través de las fosas nasales llegan los olores (en forma del entorno, los cuales son captados por unas vías nerviosas que conectan directamente con el cerebro conocidas como los bulbos olfatorios. De ahí es procesada en las regiones corticales ubicadas en la corteza entorrinal.

Gusto

En el órgano encargado del gusto, la lengua, existen diversas papilas gustativas que codifican para los diferentes sabores y que se distribuyen a lo largo de ésta. En concreto, los receptores de la lengua llegan a la corteza cerebral y procesan la información llegada.

Oído

A través del oído viaja la información sonora (vibraciones del aire) y de ahí viaja hasta el núcleo geniculado medial y, desde esta sección del tálamo, al lóbulo temporal, donde será procesada en función de las características del sonido percibido. 

Regiones corticales implicadas en el procesamiento sensorial

  • Lóbulo occipital: situado en la parte posterior del cerebro, recibe información visual y se encarga de un primer procesamiento de dicha información.
  • Lóbulo parietal: encargado de la sección “somatosensorial” del tacto, lo que entra en contacto con los diversos receptores del cuerpo; también en este lóbulo se procesa la información procedente del gusto.
  • Lóbulo temporal: ciertas regiones del lóbulo temporal procesan la información auditiva que llega al oído del individuo; dentro de este lóbulo, el córtex entorrinal (con otros) se encarga de analizar la información procedente, mediante vía directa, de los bulbos olfatorios.

Aunque no están vinculadas a la percepción a través de los sentidos, sí tienen su papel importante en las sinestesias: Estructuras subcorticales tales como ganglios basales y el diencéfalo (o al menos partes de ellos) también son clave y, su funcionamiento anómalo en conjunción con el de las estructuras corticales, favorece la aparición de este fenómeno perceptivo [1, 3, 6, 7, 9].

Funcionamiento neuronal de las sinestesias

Las sinestesias se producen cuando a través de un estímulo se activa la percepción de otra modalidad sensorial. Lo que se pone en funcionamiento en el sistema nervioso cuando entra en juego una sinestesia se puede descomponer en tres componentes diferenciados aunque estrechamente relacionados con las emociones:

  • El primero de estos componentes es el factor emocional. Las regiones del encéfalo encargadas de las emociones juegan un rol fundamental dado que la experiencia sensorial anómala depende mucho de lo que afecte a nivel emocional esa estimulación concreta.
  • Relacionado con el factor emocional, indicar que ciertos estudios sugieren que las sinestesias tienen que ver con alteraciones de las estructuras subcorticales implicadas en las emociones.
  • Las emociones, en sí mismas, pueden funcionar como estímulos inductores y concurrentes de la sinestesia.

¿Cómo es el cerebro de las personas con sinestesia?

Una vez planteado todo esto, se puede entender que el cerebro de la persona que presenta sinestesias presenta una serie de disfunciones en su configuración. Por citar un ejemplo, en un estudio sobre un tipo de sinestesia (grafema-color), se ha visto que presentaban variaciones en regiones corticales tales como el giro parahipocampal izquierdo, polo temporal derecho, ínsula anterior derecha y giro cingulado izquierdo así como en regiones subcorticales como el putamen y tálamo, las cuales no poseían una disposición normal [2,4].

Conclusiones

A pesar de que no es una condición que pueda acabar derivando en psicopatologías, sí que es cierto que es una condición muy extraña y que puede resultar desconcertante para el individuo. Por tanto, las alteraciones y anomalías producidas en el sistema nervioso de la persona, junto con con sus factores idiosincráticos, favorecen dicho fenómeno. No obstante, puede ser aprovechado para creaciones artísticas de diversa índole y hagan que la experiencia valga la pena. Artistas como Liszt o Van Gogh presentaban sinestesias y dejaron un gran legado artístico [10]. 

Referencias bibliográficas

  1. Brewer, A. A., Liu, J., Wade, A. R., & Wandell, B. A. (2005). Visual field maps and stimulus selectivity in human ventral occipital cortex. Nature neuroscience, 8(8), 1102-1109.
  2. Carrasco, H. M. (2015). Sinestesia, bases neuroanatómicas y cognitivas (Doctoral dissertation, Universidad Complutense de Madrid).
  3. Fiscella, A. J. (2016). Odor discrimination in young adults and older adults (Doctoral dissertation, San Diego State University)
  4. Melero, H. (2013). Sinestesia.¿ Cognición corporeizada?. Átopos. Salud Mental, Comunidad y Cultura, 14.
  5. Quijano, M. (2001). La percepción y los órganos de los sentidos. Rev Fac Med UNAM, 44(1).
  6. Razumiejczyk, E., Macbeth, G. E., & López Alonso, A. O. (2013). La percepción gustativa y su organización neurocognitiva. Psicología y Psicopedagogía.
  7. Romero Godoy, R. (2014). Test electroneurográfico para la valoración de la respuesta sensitiva y del dolor.
  8. Shriki, O., Sadeh, Y., & Ward, J. (2016). The emergence of synaesthesia in a Neuronal Network Model via changes in perceptual sensitivity and plasticity. PLoS computational biology, 12(7), e1004959.
  9. Tervaniemi, M., Szameitat, A. J., Kruck, S., Schröger, E., Alter, K., De Baene, W., & Friederici, A. D. (2006). From air oscillations to music and speech: functional magnetic resonance imaging evidence for fine-tuned neural networks in audition. Journal of Neuroscience, 26(34), 8647-8652.
  10. Torres Armijos, L. A. (2013). Arte y sinestesia.

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