Estimulación Temprana de 0 a 3 años

¿En qué consiste la estimulación temprana?

La estimulación temprana es fundamental durante toda la infancia, para el correcto desarrollo general del niño. Deberá ser temprana para ayudar al niño en su proceso natural y no dejar pasar los momentos más sensibles donde los niños tienen una mayor predisposición [3]. Un ambiente enriquecido fomenta un desarrollo adecuado mientras que si es limitado en estímulos puede afectar al niño más adelante. Proporcionar un ambiente familiar tranquilo y provisto de los estímulos externos naturales les ayudará en su adaptación al mundo.

Los niños no se desarrollan aislados, el aprendizaje tiene lugar cuando interaccionan con su entorno social, muestran un gran interés por experimentar lo que observan y copian e imitan constantemente [1]. No se trata de que sea una estimulación precoz sino en el momento adecuado, aprovechando la gran plasticidad cerebral. Cada nuevo aprendizaje, cada impacto emocional, cada nuevo estímulo genera conexiones cerebrales ya desde la etapa prenatal. Una vez el niño nace se puede realizar una estimulación más dirigida, en momentos en los que esté tranquilo, le sea agradable y que a su vez le implique un reto para avanzar.

La estimulación se puede llevar a cabo en casa siendo los padres conscientes de las pautas a seguir y los periodos evolutivos del niño y ser complementado por los educadores si se da el caso que va al centro infantil. También existen centros especializados donde los padres pueden aprender más sobre el tema o delegar parte de esta función en profesionales. [4] 

Desarrollo sensorial: estimulación de los sentidos externos (visual, auditivo, táctil, gustativo, olfativo)

Numerosos estudios dan mucha importancia a la estimulación sensorial prenatal, desde que el niño está en el vientre de la madre está desarrollando sus sentidos, aprendiendo y creando redes neuronales, para ello deberemos, hablarle, poner música, realizar movimientos de balanceo.

En el momento de nacer es muy importante el primer contacto piel con piel con la madre y que su primer contacto con el exterior sea lo más agradable y seguro posible. De los 0 a los 6 meses el bebé se está desarrollando en este área sensorial muy rápidamente e irá pasando gradualmente de los reflejos a los actos voluntarios.

Podemos ayudarle con el contacto visual, mostrándole objetos brillantes y llamativos haciendo movimientos para que los sigan, hablarle, cantarle, poner música, utilizar objetos con sonidos, tener un gimnasio de actividades, etc. A nivel táctil realizarle masajes, caricias, contacto con diferentes texturas, moverlo, cambiarlo constantemente de posición.

De los 6 a los 12 meses continuar con lo anterior y proporcionarle objetos seguros para manipular y poder llevarse a la boca, los que poder lanzar y hacer percusión. Es de vital importancia proporcionarles experiencias donde estimulen todos sus sentidos y permitirles experimentar. Con el paso de los meses y sobre todo en estos primeros años, tienen una gran curiosidad por su entorno y podemos ayudarles a que tengan variedad de experiencias potenciando este periodo tan sensitivo. [2,5,6]

Desarrollo motriz: estimulación de la capacidad de movimiento

En este área se trabaja el conocimiento del propio cuerpo, la motricidad gruesa y fina, la coordinación, la lateralidad y los movimientos expresivos. Durante el primer año ayudaremos al bebé con su tono muscular, cogiéndolo, cambiándolo de posición, realizando un masaje más especializado, retándolo a sostener la cabeza, a arrastrarse y poniendo los objetos más lejos para que avancen hacia ellos. El gateo es una etapa que deberíamos estimular y evitar saltarla pues es fundamental para el desarrollo posterior en esta y en otras áreas. Estos primeros años son de una gran energía por lo que será importante dar libertad en un entorno seguro, proporcionando juguetes que permitan su movimiento (pelotas, bloques, triciclos…) potenciar las experiencias al aire libre, donde caminar, saltar y correr. [2,5,6] 

Desarrollo cognitivo

En este área se trabaja el razonamiento lógico, la creatividad, la orientación espacial, la atención selectiva, la observación, la memoria, el cálculo y los conceptos numéricos. En la etapa de 0 a 3 años los niños no están cognitivamente preparados para determinadas actividades pero sí podemos empezar a trabajar con ellos la causa-efecto, el observar su entorno, el buscar un objeto guardado, que las personas y objetos siguen existiendo aunque no estén a su vista por ejemplo mama, entender y responder a órdenes sencillas. A partir de los dos años promover el juego simbólico, imaginar y crear imágenes mentales. [4]

Desarrollo del lenguaje: capacidad lingüística, expresión y comprensión oral y lecto-escritura

A partir de los 4 meses aproximadamente se inician los balbuceos, es importante motivar la comunicación, interactuando con el niño e imitando sus sonidos. Hablarle constantemente de forma correcta y sencilla evitando el habla infantil y llamarlo por su nombre. Si se quieren introducir diferentes lenguas es el momento idóneo, ya que están receptivos a la variedad de sonidos de cada lengua. Entre los 8 y los 12 empiezan a aprender palabras sencillas aunque comprenden más de lo que pueden decir. Entienden la diferencia de tonos y lo que es una sanción o un elogio. Es muy importante nombrar cada cosa a la que le presta atención y señala con el dedo, para que lo asocie con la palabra correspondiente. También podemos estimular enseñándole el sonido de los animales, los coches, el toc toc,etc. [2,4]

Desarrollo emocional: relaciones con su entorno, autoconcepto y emociones

En esta etapa el desarrollo socio-emocional le llega principalmente a través de los padres, del contacto, el cuidado, la seguridad, etc. En cuanto van siendo más autónomos y ya caminan se interesan más por la socialización y es algo que tenemos que potenciar para su correcto desarrollo con su entorno y su posterior adaptación escolar, es positivo para ellos conocer que hay otro mundo fuera del núcleo familiar. Estimularemos su autonomía en cuanto sea posible lo cual le dará seguridad. Es importante no hacerles lo que ya son capaces de hacer por si solos aprovenchando que a partir de los 2 años aproximadamente les entusiasma hacer las cosas ellos solitos.

También forma parte de este periodo de edad la aparición de rabietas, en las que deberemos acompañarlos para su adecuada gestión emocional, aprendizaje que utilizarán a lo largo de la vida. Empiezan a tener preferencias y a entender que ellos también pueden decidir, aunque su nivel madurativo no le permite hacerlo aun de forma eficaz, su expresión favorita será el NO, deberemos tener paciencia y entender que es una fase más en su desarrollo. Irán también formando su autoconcepto por lo que es fundamental que sus padres o cuidadores confíen en sus capacidades, les animen y no les etiqueten ni comparen, esto les ayudará en su autoestima a lo largo de la vida. [2,4] 

Referencias bibliográficas

  1. Escobar Steven. Aprendiendo y creciendo juntos.
  2. Muñoz Gómez, Clara maria. Estimulación temprana bebés felices.
  3. Piaget, J., & Inhelder, B. (1997). Psicología del niño (Vol. 369). Ediciones Morata.
  4. Regidor, R. (2003). Las capacidades del niño: guía de estimulación temprana de 0 a 8 años. Palabra.
  5. Ureña Juan. Estimulación temprana.
  6. Vygotsky, L. (1987). La formación social de la mente. SP.

2 comentarios de “Estimulación Temprana de 0 a 3 años

  1. Pingback: Estimulación temprana Sur de Quito: Influencia de la estimulación en el desarrollo psicomotor del niño.| ~ Easy Tareas

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